viernes, junio 02, 2006

Indefensión: un palimpsesto

Agustín Sepúlveda Sariego
Oslo, Mayo de 2006


Ensayo motivado por una entrevista realizada hace algunos años –alrededor de 10- por mis alumnos de la Escuela de Economía de la Universidad Bolivariana de Chile, en el marco de un trabajo "Caso" que involucró a toda la universidad. Las preguntas no se han cambiado y se ha agregado extensas frases complementarias, comentarios, correcciones, adaptaciones, actualizadoras elucubraciones, etc. Se pretende usar el borrador como base al modo de un palimsepto.

¿Qué entiende por indefensión ciudadana, que elementos la componen, existen tipos diferentes, cuales?

R: Hay un problema en nuestra sociedad que puede caracterizarse desde varios puntos de vista. Todos ellos apuntan a la indefensión.

Yo tomaría la indefensión en términos de que las personas quedan, están, nacen, o sencillamente son, abandonadas por el sistema social, político, económico; diríase cultural. Es decir, las o la persona está excluida y por tanto no tiene acceso a las bondades que ofrece tal sistema, ni a las soluciones que ofrece a los problemas el sistema y entonces, queda sóla, desprotegida; desamparada y en riesgo.

Desde un principio quiero hacer notar el hecho de que eso implica que uno es, o está, indefenso con respecto a ese sistema en particular. Esto porque pienso que uno podría crear un otro sistema, uno en el que uno deje de ser o estar indefenso.

Cuál es el problema? En teoría y práctica política actual, está en boga una expresión importante, lo que se ha denominado "la globalización". Este es uno de los conceptos que he desarrollado en algunos de mis cursos, en algunas de las exposiciones que hemos tenido y es un tema que se discute corrientemente. Quiero tomarlo desde alli, ya que Uds son economistas.

Ha habido encuentros acerca de la globalización y en economía, en lo que Uds., están estudiando, en lo que están Uds., es bastante importante la visión y el análisis de la globalización económica. En ella está presente una tendencia del poder dentro del planeta a centralizar los flujos económicos a través del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y actualmente el GATT. Ello se ve clarito desde Bretton Woods en la postguerra; las visiones políticas a través de la ONU -la liga de las naciones después de la primera guerra mundial-, y sus reuniones para resolver los problemas globales de hambre, desarrollo, medio ambiente, población, género, etc.

Hay o surgen entonces centros que son consensuados pero consensuados a partir de los poderes locales, es decir algunos gobiernos que veian la amenaza de una guerra más; hay veces en que lo pequeño no es necesariamente hermoso aunque en este caso lo pretendía.

La expresión más diabólica de la globalización –alguien llama a no demonizar pero igual vale- está en las estructuras de poder ad hoc o de facto, -es decir, ¡nadie las eligió!- como el grupo de los 6, y ahora 8. Alguien las llamó hace poco las constelaciones G. ¡Coincidencia! con g, igual que globalización.

Poniendo esto del G8 en el tiempo, en 1975 Francia convocó a otros 5 paises. ¿Qué pasaba en el mundo entonces? Casi lo mismo de siempre: la invasión a Viet-Nam se había acabado con el gigante con la cola entre las piernas, el precio del petróleo era altísimo para la época pues ya no lo manejaban los compradores (Hadafy devino un demonio para esa época, hoy aparece como una blanca paloma a los ojos deoccidente) y había dictadura en Chile con aval nortino porque nacionalizamos el Cu y las comunicaciones.

Mire Ud, el pais larguísimo que somos con las comunicaciones y otras menudencias estrategicas en manos de otro país incluida la transnacional ITT (Parecíamos rojos para ellos; otros demonios y nos impusieron un generalote asesino y ladrón)

Para ponerle responsables a eso de las G: en aquel entonces se reunieron Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Japón e Italia; G6. Ahora, se les unió Canadá y Rusia; los ocho; G8. Se juntaron hace poco y gastaron 50 millones de libras esterlinas para proteger a los del G8 del populacho. Se usó la fuerza bruta en esa ocasión como ejemplo para las NU y las organizaciones internacionales "más democráticas" –por decirlo de alguna forma-. Hoy no es un chiste apostar a que China e India –tal vez Brasil o algún otro grandote que ya ha comentado la prensa- tiene ganas de estar y armar un G10 o G11.

Lo que pasa es que los grandes países industrializados están ahora –y han estado asi por largo tiempo, solo que ahora hacen crisis y la ven clarita- con la necesidad urgente de mantener el control sobre las cadenas de abastecimiento a contar -más o menos- desde la independencia de los países africanos y asiáticos.

Ellos, los G8 y sus adlateres, son actualmente dependientes absolutos de la mano de obra barata de los países mas pobres. Los bienes que importan deben ser bajos en precios para poder controlar sus inflaciones internas.

Ademas y esto es lo que nos enseñan la Economía Ecológica, necesitan importar materia prima; una base de recursos que no tienen: bosques, minerales, petróleo, granos, biomasa, genes, incluso "neuronas" o mas bien profesionales altamente calificados que chupan netamente, junto con los conocimientos ancestrales.... etc. Todo ellos necesario para sustentar las inmensas ganancias de sus industrias.

Uno podría hacer la caricatura de que "tratan de desarrollarnos para explotarnos mejor".
Lo cierto es que hay una tendencia neta a la globalización desde hace rato. Esa globalización en términos anarquistas, es una forma de dominación. Una forma muy depurada, al más alto nivel, de dominación. Esa dominación también se caracteriza, desde su faceta económica, por la tendencia a unificar monedas; el euro -la moneda europea en contraposición al dolar gringo que pretendía ser central-; también por la tendencia a los mercados internacionales; el mercado común europeo, el Mercosur, el NAFTA, actualmente la APEC y los acuerdos en Centro América, esas son tendencias que van hacia lo que es el proceso de globalización desde lo económico.

Pero también hay una globalización cultural, una globalización ideológica. Si, todos pensamos, vemos y hablamos de una manera. El neoliberalismo y todo los esquemas económicos actuales no solamente son un proceso de intercambio de bienes y dinero sino que también hay un intercambio cultural que no estamos entrenados para ver.

Uno descorre un poco la cortina y ve que hay la dominación de una gran verdad. Hay una epistemología, un paradigma -diría un científico a la Kuhn- un modo de conocer, un modo de manejar el mundo e interactuar con él que es una réplica o una proyección de este modo de centralismo: una raza perfecta, un idioma internacional, una moneda internacional, una decisión internacional, un poder central; una verdad central. Uno podría seguir en generalizaciones pero se caería en otras discusiones.

Para hacer un poco de contraste con eso tan feo, les comento que es linda es la experiencia de visitar algunos pueblos cordilleranos. En Bolivia por ejemplo estubimos con amigos de ChTW, en el altiplano a unos 4 o 5 mil metros, lejos de todas partes; cerquita de las estrellas y el realismo mágico. Allí vimos como la gente -los otros, los indios, los iletrados- va a los mercados. Todos llevan los mismos productos, pareciera que no hay intercambio, nadie le compra al otro lo que tiene en su propio puesto y que está en todos los huertos.

Pero lo hay; hay intercambio de información, noticias, rumores, constataciones, encuentros y mantención de vínculos y conección entre poblaciones, familias e individuos extremadamente aislados desde nuestro punto de vista urbano y super desarrollado. Eso sorprende a uno a quien le han enseñado que el intercambio es sólo económico. Uno ve sólo lo que le enseñaron a ver. Agregaria como propuesta: ¡hay que aprender a ver!

El problema con aquello de la globalizacion, es que se produce un efecto centro periferia; por una parte están los que que pertenecen al sistema y por otra hay un montón de gente que se queda o van paulatinamente quedando afuera.

Hoy ya la humanidad se la juega por esa gran verdad, por ese gran poder centralizado. El centralismo político y económico es una característica real, la faceta mas notoria de aquello.

Entonces, se genera una gran banda económica, social, política; cultural. Un segmento creciente de gente que queda afuera; allí están los cabros chicos, las mujeres en lo local, pero también están los indios, los negros, los musulmanes, los homosexuales, las lesbianas, los chicanos, los fronterizos, los anarcos, los alcohólicos, los pobres, los que hablan otros idiomas, los que se peinan raro, los que usan faldas, los otros.

Bueno, esa lista puede ser infinita, la cantidad de gente que se queda afuera de ese sistema, fuera de las bondades de él, es inmensa.

Y cuando vienen los problemas, cuando viene la guerra del golfo, por ejemplo, o más claramente la guerra e invasión por el control del petróleo en Medio Oriente o por el control mundial de la cocaina aca en América, digo que los que pierden son los que están en los márgenes. Sube el petróleo, sube el transporte, suben los precios de los alimentos. Y no come aquel que está en el márgen, porque está con problemas, porque está lejos, porque no tiene trabajo.

Porque su realidad, el predio en que el agricultor o el indio planta la hoja de coca o la caña de azúcar o el maíz, empieza a ser controlado desde el Banco Mundial, la bolsa de Londres, las patentes sobre las semillas o los genes etc. Ese compadre, ese indio, ese campesino se queda afuera del sistema, está "fuera de cacho", no entra en el juego, la repartija de alimentos no le toca, la repartija que le corresponde no le llega. Alli hay indefensión.

En los mensajes políticos, para el populacho, en los "mass media" se decía que habrá "chorreo". Los pobres, los indefensos, los sudakas, los subdesarrollados son impermeables; nunca les ha tocado eso del chorreo.

Y si desaparece una comunidad indigena alejada, que habla un idioma que nadie entiende. A nadie le interesa. Alli queda clarita la indefensión

Eso es más o menos una visión general desde donde veo lo que es este proceso de globalización que nutre a la indefensión. La trae de la mano.

La globalización es creativa en ese sentido; configura mundos, crea situaciones, hace notar su poder. Es el poder y hace poder. El poder centralizado es una máquina, una fabrica que produce pobreza e indefensión.

¿Qué pasa con una posición alternativa a eso?

Bueno, está el proceso que los ecologistas llamamos planetarización, en el que cada individuo es importante, en el que son importante las relaciones económicas autárquicas, autonomistas, locales, en las que hay un incremento en la autonomía económica, social y política: en una palabra, en la autonomía cultural; Diversidad.

Aquí, los anarcoecologistas -que es un nuevo nombre que me gusta usar para inchar a los coleccionistas y metodólogos-, defendemos mucho la crítica a la modernidad y -si tu quieres también- a la posmodernidad y sus señoritos. Crítica en la que la verdad es relativa y depende del punto de vista cultural desde el que tú la estés generando -es sujeto dependiente-.

Aquí ocurre algo mágico: empiezas a aceptar la diversidad como algo importante, como un principio, una inauguración de un nuevo relacionarse, como generadora de mundos. Aqui es cuando uno ama a las palabras, porque más que representaciones se convierten en herramientas de construcción. Un juego rico. En ese sentido, la diversidad también es poderosa, también crea mundos; trae un mundo de la mano. También tiene un poder, hay que realizarlo, concretarlo. La planetarización es una maquina, una fabrica que debemos montar para generar el mundo que queremos, sin pobreza, sin indefensión.

Hay por aqui un punto de quiebre. Algo así como lo que escribió en algún lugar y en otro contexto el Kafka: "una palanca que aún esta vibrando" o acordarnos de Carrol o Matrix "follow the whyte rabbit". También podríamos recordar al padre del creacionismo, Huidobro, y el paracidas de Altazor.
Los ecólogos, permacultores y ecologistas, defendemos mucho la diversidad, porque constatamos todos los días que la diversidad en los sistemas ecológicos trae consigo su estabilidad. Yo pienso que si proyectamos esto hacia lo social, podría ser que las diversidades sociales particulares generen estabilidad en general; estabilidad en todo sentido, incluso para la biósfera como un todo.

Entonces el proceso de planetarización ya es distinto. Y si está en crísis el gran centralismo no importa -¡que se joda! diría un español-, están firmes las particularidades, están firmes las comunidades. Por tanto se puede subsistir y continuar existiendo... Y ser felices.

Entonces son procesos opuestos, globalización y planetarización son miradas diametralmente opuestas, incluso más, generan un sentir, una parada, un emocionar distinto. Exagerando la nota diria: hay experiencias cognitivas inconmesurables.

Además de eso de "sujeto dependiente", que señalé antes, existe lo que yo llamaría "sitio dependiente" o "localidad dependiente" algo asi como un "topos", en el sentido de que mi localidad, mi pueblo, mi vereda o vecindario es uno, único.

Y es desde allí de donde empieza mi construcción del mundo. El Nicanor Parra lo pone lindo cuando dice "me declaro tierrafirmista radical" o algo así. El Pancho Varela escribio por allí diciéndose "Contructivista Radical"

Y me refiero a la construcción de cuento, de conocimiento, algo que yo he llamado la construccion de mapa; como lo que los educadores llaman "constructivismo". Esto que digo me parece central también en el sentido de que la gente tiene derecho a su cuento.

Aquello es como para escribir un ensayo aparte: el derecho a los sueños, las fantasías, los misterios, la magia, la mística propias, el derecho al Chaman o al "Taita". Un derecho que este sistema también arrasa.

Yo lo propondría como un derecho humano más: el Derecho a soñar, a ensayar, a equivocarse, o sencillamente el Derecho a cambiar de idea. El Derecho a no estar ni ahí.

Me parece, entonces que levantar el problema de la indefensión es central, en términos de que estamos levantando una posibilidad de reconfiguración, una nueva vuelta al cristal para mirar sus facetas, de cómo nos hacemos cargo, cómo administramos el planeta -o lo que nos queda de él-, desde una visión ética en la que los demás -o más general-, "lo demás", me es importante, tanto porque me constituye a mi como persona, a la comunidad como tal y también a la sociedad que vivo.
Aquí, en este punto, es interesante notar que del análisis, del conversar de la indefensión surge el darse cuenta, el "yo sé que sé". Bonito juego este, cuando uno habla también construye pues. Si, hay un encuentro lindo entre el hacer y el hablar y el hablar y el hacer
Alguien más rojito diría con respecto a ese "yo se que se": surge la conciencia.

Lo cierto es que nace todo un mundo de posibilidades. También digo, nace la ética. Un filósofo diría nace una mundo, un universo, un espacio fenomenológico; un "engrama" decía el fisiólogo de sinápsis ya clásico, Eccles, y los antroposóficos le hacen eco. Una morfogénetica para ponerlo más volado todavía.

Y lo que hemos estado haciendo desde hace rato ecologistas y no ecologistas, es administrar el planeta, la naturaleza. Para mi lo sorprendente es que en este planeta finito ya no existe la naturaleza como tal. No existe la selva, no existe el bosque. Existen parques.

Eso es del profesor Humberto Maturana, que invita a los chilenos a que ha hagamos de Chile un parque para los chilenos y de la tierra un parque para los terráqueos. Incluso aquellas áreas que guardamos como reservas forestales es porque hemos decidido sencillamente eso; nada ha quedado a su libre crecimiento.

Aquel comentario tiene que ver si uno lo "deconstruye su poco" con lo del discurso de la ecología contemporánea que tiende a ser ocupado o apropiado por distintos intereses. Alli está el visible y poderoso discurso del desarrollo suntentable a lo Bruntland enrielado con la globalización, el del ecosocialismo a la O´Connor mas de corte Attac diria uno, y el culturalismo más verdinegro, pobretón y marginal.

Se murió la naturaleza, hace mucho rato. Nació el medio ambiente. ¿De quién es?

Pero lo cierto es que aquel es un parque con gente, no es cerrado por rejas como los parques que inauguran nuestros alcaldes, el parque de el "El Gigante Egoista"; hay que hacer un parque para y con todos y todas. Incluidos los camellos que pasan o no pasan por el ojo de una una aguja y sus excluidos. Nos guste o no nos guste.

Y todos los días. La sociedad es como una obra de arte que no termina nunca, -eso me enseñó Murray Bookchin- hay que estar haciéndola siempre; de cuerpo presente. Hic et nuc se diría en pituco.

El afán de construir una sociedad distinta a partir de aquella diversidad es opuesto al afán de crear una sola verdad y una sola sociedad.

Es interesante observar que los ecologistas y los alternativos nos erigimos –y es una opción para los que quieren poder- como los nuevos héroes que vamos a defender a los indefensos que son los que están desprotegidos de los más fuertes. Aquí es claro que los ecologistas podríamos optar al poder y repetirnos el plato de siempre. Como en "El Engranaje" de Sartre, de la barricada al sillón del poder. Pienso que se debe ser cuidadosos en el actuar, como es el caso con algunos ecologistas demasiado políticos; los "right right wing" de la ecología -para reirnos un poco de la literatura catequística rusa-.
¿Porqué se produce la indefención?

R: Hay indefensión, porque hay un camino que está trazado el cual tenemos que seguir –y seguimos- y del cual no nos vamos a salir así se muera el resto. Hay un formato, para ponerlo en términos más cibernéticos o computacionales. Esa es la causa más global.

Las componentes del formato tienen que ver con el estilo de vida dominador, patriarcal, no aceptador de las diferencias en lo amoroso, en el que lo relevante y lo conspícuo son las relaciones de mando y obediencia; relaciones de poder.

Esas relaciones de poder están tan entronizadas en nuestras cabezas, en nuestras vidas, que no somos capaces de salirnos de las teorías sociológicas corrientes y generar una sociología o una antropología de la aceptación, de lo amoroso. Somos "another brick on the wall".

Es claro que ese estilo de vida dominador es uno más de una clase de sistemas; de muchos sistemas. Es rico tomar esta postura: si hay un sistema, existe una familia de sistemas. Porque siempre es posible que existan más. Eso es lo que he enseñado en mis cursos de ecología social y teoria de sistemas aqui en la Bolivariana y analizamos algunos caminos.

Se plantean dos modos a mi entender más simple, dos sistemas que coexisten en la sociedad. Uno es el sistema dominador que se ha llamado patriarcal, y otros que llamamos matrístico. Este último -inspirado en la biología del amor de Maturana- lo llamo el sistema amoroso para diferenciarlo y por que la palabra amor es más de todos.

Ese sitema se da en la cotidaneidad; en el amor de la pareja, el amor de la madre y del padre a los hijos, en la aceptación, en la amistad, en el apoyo mutuo, en la libertad, en la intimidad amorosa, en la calidez del hogar.

Por otra parte y en otros espacios se da el tremendo, inmenso y avasallador esquema dominador o patriarcal, para ser fiel a los que lo proponen. Queda claro con lo que le pasa a los jóvenes; cuando sale uno del hogar y entra al mundo de la competencia, en que el o los jovenes se dicen: ¿porqé tengo que pelear o competir cuando estoy acostumbrado al amor y a la cooperación?

¿No será acaso eso, el desquiciamiento que se vive en esa crísis de los 6 a los 12 años, parte de las causas de la demencia juvenil? Bueno preguntarselo a los especialistas.

Entonces hay una indefensión consecuencia del modo de vida patriarcal imperante y que nos toca en la intimidad de nuestras relaciones, en nuestro tránsito, en las idas y venidas desde el hogar al grupo, a la sociedad.

Atractivo punto también porque allí se hace un salto entre dos ámbitos de nuestra cotidaneidad que algunas muchas veces, no vemos. El paso de la comunidad a las instituciones, del hogar a la plaza, a la escuela, al hospital, al trabajo, al hospicio agregaría Foucault. Aquí me acuerdo de lo que aprendimos con Vicente Silva el siglo pasado, a poquito andar de la dictadura. Algo por el estilo escribió el Yuri Bonvenbrenner.

¿Qué responsabilidades le atribuye a las grandes instituciones como el estado u otras en torno al tema?.

R: Ahí caemos a lo que es la visión que yo llamo ecoanarquista nuevamente. Esa visión tiene que ver -por ejemplo- con la caracterización oriente occidente en término del complejo "BCI"; Burocracia, Corporaciones, Inteligentzia. Esa caracterización es un poco antigua; ya calló el muro –pero nunca tanto, están construyendo otros por alli mucho mas feos-.

El complejo "BCI" está tanto en occidente como en oriente y las diferencias entre los estilos en que se da el estado sólo son cuantitativas; son la misma película con distintos directores y distintos efectos especiales. Yo le digo a mis alumnos "el BCI es como Dios, está en todas partes". Esto está claramente inspirado en Johan Galtung el pacifista o especialista en resolución de conflictos noruego.
Por otra parte, el estado nace en algún momento como una necesidad según lo describe Hobbes, de conciliar este conflicto social a muerte, entre estos peligrosos monos; si nos dejan juntos nos matamos. Eso es la justificación, la "necesidad" del estado. El estado nace como un poder coercitivo, legitimado por los grupos, por lo social, nosotros somos tan malos que si nos dejan solos nos matamos, entonces inventemos este estado.

Eso es Hobbes, y es la teoría explicativa o descriptiva de lo social que surge desde el conflicto, desde la competencia y la negación; es una teoría patriarcal, desde la dominación, desde la negación del amor.

Incluso podría pensarse que la mediación, tan de moda en el mundo actual, es parte de ese cuento. Un estado mediador del conflicto.

Allí se vislumbra otra faceta causal de la indefensión; ¡la teoria social! Y no es casualidad que uno encuentre propaganda de esto de la mediación en la revista "The Economist" de los británicos, junto con ofertas de puestos de trabajo para el MI7; la CIA de los Beatles.

Ese estado, está por verse, es el que gobierna –administra- la ciudad. Y la ciudad es excluyente, la ciudad es dañina, nos "abduce" como diría un ufólogo; de creados -humildemente desde la naturaleza, la Pacha Mama o en el paraíso bíblico- a creadores –arrogantes, dominadores, dueños, patrones, orgullosos, machos, dueños de la verdad, grande guerreros en la ciudad.

Hay algunos que gozan de las bondades de la ciudad y hay otros que sufren las maldades de la ciudad, es el caso de las mujeres y los niños, los peatones, los ciclistas, los del servicio, los que respiran. Los santiaguinos en Chile la tiene clarita.

Yo hago acá en la Bolivariana el curso de ecología de la ciudad y salgo a caminar por la ciudad –a todo Sol y Lluvia- con mis alumnos para ver que hay indefensión, que es un "observable", que existe un sector de la ciudad que no pertenece a ella, son los parias de la ciudad. Son las personas que duermen en los portales, que viven en los puentes, que comen de la basura, los locos indefensos, las prostitutas, los prostitutos, los ninõs de la calle.

Eso existe en Santiago hoy en día; a cuatro cuadras del "Palacio" de La Moneda, hay (había, espero) una población de unas 40 familias de cartoneros –recicladores, recolectores o pepenadores les llaman en otros paises, casi todos los que he visitado en mi vida- que viven en la Plaza Almagro y tienen sus casa hechas con cartones. En Las Condes –el pueblito internacionalizado por los Quincheros que en realidad es uno de los más ricos del país- hay una población marginal y poblaciones pobretonas escondidas, detrás de las arboledas y alrededor del río Mapocho y no se ve desde los autos.

Es, aquel estado, un aparato configurado por una burocracia indolente, personas cegadas por la necesidad de conservarse lo más posible en el control y el aprovechamiento de las ventajas en su posición relativa, que operan de tal modo que nadie los moleste. Es autocomplaciente –siempre están en la razón, hacen lo adecuado o lo que permiten los recursos siempre escasos, etc- y cuenta con instrumentos para mantenerse en el poder.

Es una máquina. Una máquina tal que produce, mantiene y necesita indefensión, necesita a "los otros", por cuanto una de las funciones de ellos es "proteger" –lease contar, clasificar, nombrar, administrar, etc.- a los más necesitados, los pordioseros, los borrachos, los cartoneros, los drogos, las prostitutas y prostitutos, las viejitas y viejitos abandonados, los niños de la calle, los marginales, las tribus punk, los gloriosos okupa y otras taxonomias escatológicas que pueden aprenderse en las carreras de ciencias sociales de nuestras universidades e institutos, o conocerse personalmente en las carceles y en las estaciones de policia.

Para seguir con esto de las estructuras del estado que aportan a esto, también están en juego –a otro nivel si queremos hacer jerarquías- las Corporaciones.

Hoy en día existe y nadie desconoce el gran poder de las Corporaciones. Pero eso de no desconcer no hace un conocer. Hay que mirarlas con cuidado y volverlas a mirar. Es un ejercicio saludable diria.
Hay un artículo muy reciente en The Ecologist, (Paper, pulp and power. The Ecologist, Vol 26, 1996) que muestra como los estados se desviven, hacen lo imposible, negocian a nivel internacional para lograr la presencia de esas empresas en los países subdesarrollados.

Esas transnacionales tienen intensidades de capital del orden de US$750 mil por empleado. Luego, dice la inducción, sí trabajan 1000 en una empresa papelera, esa empresa es de 750 millones de dolares. (Como referencia actual podría considerarse la mina de oro Pascua Lama: US$1,4billones; Valdivia, la papelera de Angelini: 700 millones de dolares)

A una empresa de aquella envergadura, un consorcio económico nacional no es capaz de sostenerla y por lo tanto, es transnacional –bueno hay que aceptar que Chile tiene a la familia Angelini coninversiones de esa envergadura porque somos un país casi desarrollado. Eso es lo que veo en las noticias de estos dias.

Y si una empresa como esas va a la quiebra, de seguro que quiebra un país. Es claro que el país, Chile como ejemplo, se saca la mugre y subsidia a ese tipo de empresas. Nuestros presidentes y embajadores hacen esfuerzos inmensos por poder contar con la inversión extranjera. Basta leer los diarios y seguir los viajes de "nuestros lideres"

Para abundar en esta línea de las papeleras, que ahora están de moda internacionalmente por el caso Uruguay - Argentina, analicemos sucíntamente qué pasa con el mercado de la pulpa.

En un mundo en que el teléfono fijo ha sido relegado a los museos junto con la máquina de escribir y los archivadores, los estantes de libros, las bibliotecas, las agendas y los periódicos ¿Cómo funciona la demanda de pulpa de papel? Oscilando brúscamente con tendencia notoria a la baja.

¿Porqué invertir en máquinas productoras de papel que nadie usará? Para que la empresa inmensa y todas sus externalidades quiebre y el estado que la aceptó la subsidie. Capisci?

¿Qué pasa con las corporaciones? Las corporaciones viven creciendo, creando y compitiendo entre ellas, compitiendo y destrozando el poder desde el de las pequeñas comunidades de artesanos hasta la de nuestros pequeños y desprotegidos: "Indefensos países".

El papel se hacía en el 1700, de trapos sucios y eso funcionaba, y era posible y no tenía ninguna crísis de abastecimiento. Incluso -como dato-, el libro de Neruda "Los Versos del Capitán", en su tiempo con pseudónimo, se imprimió en papel hecho artesanalmente a mediados del siglo pasado en la península ibérica y financiado –entre otros- por el actual presidente de Italia, Giorgio Napolitano, representante ilustre de la gerontocracia italiana.

Si se crean y hacen operar grandes industrias de papel, con máquinas que pueden hacer en un día un papel de un kilómetro de largo por 70 metros de ancho -eso fabrica una de las máquinas modernas-, se hace necesario tener grandes bosques asociados. Pero que no sea un bosque natural, que sea un bosque artificial, clones GMO sintetizados en laboratorios subterráneos –esto para darle carácter al cuento-, y que tenga una fibra específica para aquellas máquinas y formulaciones.

Para hacer todo eso, en Chile hay que arrasar el bosque nativo y plantar Pinus radiata -no por que nos guste el beatlemaníaco olor a "norwegian woods", o porque los bosques de pinos sean agradables, o sanos para el suelo, o los recursos de agua, sino- porque la industria del papel tiene que alimentarse de eso.

Los vecinos de las plantaciones de Pinus radiata –normalmente indígenas- deben dejar de plantar la ancestral papa o sus alimentos tradicionales y dedicarse a trabajar para las forestales. Esto por que se les proletariza o se les impide hacer agricultura por alegadas razones de sanidad forestal.

La ciudad en que viven los trabajadores de las papeleras y las forestales, son ciudades de miles de habitantes en las cuales la fiesta más importante es la fiesta de cumpleaños del gerente de la empresa. Esa es la fiesta "popular" de esas comunidades.

Visiten Uds., la historia de pueblos como San Rosendo y Laja, en la VIII región de Chile. Yo la conoci cuando niño porque mi papá era de allá. Pregúntenle a los que les tocó ver como nació Laja de una población de los empleados de la papelera y cómo se desmanteló San Rosendo hoy un pueblo abandonado. Hoy la ciudad de Laja está montada al frente de la antigua central de máquinas o maestranza de ferrocarriles más grande del país –tal vez de, latinoamerica-. Además la identidad del pueblo no es el "río Laja", sino la "Papelera" Laja; incluso se apropiaron de eso.

Entonces, la gran empresa, las transnacionales, las corporaciones, configuran su entorno social, su entorno económico y en definitiva su entorno político y cultural.

La globalización, el Estado y sus estructuras más íntimas, son dispositivos generadores de indefensión. Tiene pode para eso.

Feo es esto de darse cuenta y no poder siquiera reconocerlo o decirlo.

No es que detrás de las empresas exista una dirección de bandidos malos que quieren apoderarse del mundo, no. Son tan inocentes como nosotros –eso espera uno al menos-, lo que tienen ellos entre manos es una máquina que quieren que les funcione, que no pare. Están desesperados y preocupados -y ocupados también- porque tienen que mantenerla funcionando.

Sus trabajadores –que puede ser uno de nosotros por cierto- también caen en el juego y no se unen en sindicatos por temor a ser depedidos y se portan bien con el jefe; quedan más idefensos ¿No?-. Además después de ser arrancados de sus comunidades, proletarizados y puestos con corbata a trabajar en los servicios de las empresas, comprando bienes en un estado de compulsión obsesiva –toda clase de equipos de cd o dvd, play stations y pantallas gigantes que no hay tiempo de usar- con endeudamientos de largo plazo ¿Quién vuelve atrás?

La comunidad que está alrededor de las empresas también participa; el que provee los insumos para esa empresa no quiere que esa empresa quiebre porque los mantiene vivos, el estado también, preocupado, subsidia.

Nosotros los ciudadanos pagamos indirectamente –nosotros todos, los pobres, los indefensos subsidiamos esa máquina- a través de las externalidades negativas del proyecto, con el impacto negativo, como el caso de los usuarios del río aguas abajo cuando riegan con aguas con dioxina, los pescadores de la bahía de Concepción que se les acaban los bancos de mariscos y se les sudesarrollan y degeneran los peces, las madres que abortan o dan a luz hijos con malformaciones. Ellos, nosotros, todos indefenzos, estamos subsidiando a las transnacionales.

Y aparte de eso están los riesgos económicos a los que nos exponen nuestros estados, como el perdonazo que se hizo el siglo pasado en 1982 en Chile a la banca. Todos le pagamos la deuda a la banca privada. Hubo crísis económica, se murió gente enfermita porque los hospitales no tenian para comprar algunos antibióticos caritos; pobres viejitos, pobres diabéticos. Y de hambre. Eso hay que decirlo, aunque duela el alma.

Entonces el estado, aquel poder coercitivo legitimado, vive sacando la plata nuestra del bolsillo, para pagarles los errores a los bancarios y las grandes empresas, entonces el país subsidia a esas empresas y terminamos en el problema de la indefensión de los ciudadanos que: vivimos una servidumbre cercana a la esclavitud.

Y no nos damos cuenta: Napoleon inspiro lo que alguien denominá la tercera dimensión del poder, la más perniciosa, aquella en la que se es dominado y no se sabe –Eso es algo de Lukes que en Chile lo ha analizado el Gyarmati de la UC.

Extenso sería entrarle a esto, pero también la Pacha Mama está indefenza, el suelo expoliado, el agua se muere, el aire es irrespirable. Nadie la protege a ella a La Hermosa. Está indefenza. Se ha escrito demasiado de esto y hay que verlo en las bibliotecas. Tristemente ya constituye un mercado interesante; hay que puro mirar la evolución de las revistas y libros de análisis –de la "enfermedad analítica" que decia el Vicente Silva- del tipo World Watch y otros anuarios estadísticos que constituyen imágenes especulares de la novela de Orwell.

Por otro lado, y para darle mas duro a lo del BCI, cuando cae el sistema político oriental –en Europa del este por ejemplo- pasan a predominar las características estructurales de occidente y el complejo BCI se presenta nítidamente. Las burocracias que eran más grandes ahora son más chicas, pero las corporaciones entran a la escena y son las grandes. Ustedes pueden ensayar algunos ejemplos: Mac Donald, Coca Cola o Pepsi Cola, Río Tinto Zinc, Cargill, Mon Santo, etc.

Yo me acuerdo algo de uno de los hombres más ricos de China, un capitalista. El chino más rico de China, -hoy fallecido- que se hizo comunista, sobrevivió la revolucion cultural de Mao y reapareció en la nueva era de China organizando el capital, la China corporativa. Eso es "magia china".
Y hablando del otro componente del estado, la Intelligentzia, nuestras inteligencias, nuestras universidades, nuestos líderes intelectuales, nuestras consultoras, nuestras ONGs, nuestros dirigentes están preparados, pensando, creando y trabajando para producir buenos funcionarios para las corporaciones y buenos administradores para la burocracia. Pero no están pensadas ni preparadas para desarrollar una educación libertaria, para desarrollar personas libres, individuos autonomos. Están hechas para fabricar engranajes para industrias y sustentar teóricamente el sistema como lo comenté mas atrás con respecto a la sociología.

Incluso nuestras mejores neuronas hablan en inglés, francés o alemán. Nuestros textos de estudio están escritos, editados, impresos y distribuidos por empresas del norte. Manuales Schawm, Mc Graw Hill. Freeman, McMillan etc.

Un ejemplo interesante al respecto lo ve uno cuando mira a las patentes en las que han colaborado científicos chilenos. Ninguna en Chile o las universidades chilenas que los formaron o en las que hoy trabajan. Todas en New York. En Chile el financiamiento de la investigación prohibe el lucro. Chile es un país indefenso en ese respecto; repecto de su conocimiento, de las neuronas que nutre y la plata que gastó en ellas.

Para qué decirles del conocimiento y trabajo de miles de años de nuestros chamanes o taitas, machis, campesinos y agricultores latinoamericanos ancestrales y el tema del maíz, el amaranto, la quínoa, el yagé y mucho más; la mayor biodiversidad, tres centros mayores de evolución cultural y agrícola, etc.

Entonces la responsabilidad del estado como complejo de las burocrácias, las corporaciones y la intelligentzia es muy grande.

Pero no olvidemos. También tenemos que asumir nuestra responsabilidad, demarcarla cuidadosamente y... actuar.

Hay excepciones; acciones, como las que se dan en esta universidad, en la que permiten hacer clases a profesores como yo; un anarco, o ecoanarquista. Esto es un chiste. Jajaja.

Y a lo que llama uno es a hacer el amor, a ser libres, a jugarse la vida y a soñarse un mundo distinto. Y eso es una impertinencia en todo este esquema de burocracia, corporaciones, inteligencia.

Por cierto también es una impertinencia que el profesor ponga la nota que ustedes quieran, no las notas que hay que ponerles porque estudien más o estudien menos. Esa impertinencia, esta sociedad no podría permitírsela facilmente.

También lo que decimos los anarcos, aquellos –¡que suerte!-impertinentes ecoanarquistas, es que en vez de tener una carta de principios de una sociedad, una carta fundamental, una carta magna o una constitución. ¿Porqué no hacemos una carta de los deseos, de nuestros deseos?: ¿qué es lo que queremos vivir? ¿queremos vivir un mundo de indefensión? ¿un mundo en que haya muerte, competencia, desaparición de gente? O queremos vivir un mundo en que todos tengamos derecho a decir burradas, de vivirnos experiencias distintas, innovadoras, inventar sueños, ser locos, viajar, ser homosexuales, lesbianas, distintos, a tener experiencia vivenciales distintas? ¿A ser felices?
Aquellas experiencias propongo, no necesariamente deben ser asi agresivas o ir directamente contra el sistema. ¡Peor que eso!: lo más afuerita y lejos posible. ¿No?

¿Existe eso?

Si. Yo creo eso ¡Yo quiero eso!; que la juventud se viva la vida. ¡Asi está configurado el mapa de mis deseos!

Esto que estoy diciendo es -nuevamente-, una impertinencia.

El sistema es tan fuerte, está tan globalmente asentado, -monolítico decía un dictador-, el poder está tan bien normalizado y estructurado que no lo podemos romper.

Y yo pienso que hay un camino para romper la indefensión. Hay un camino de atrevimiento e impertinencia; de atreverse, de hacer muchas cosas. Y la indefensión, o los indefensos, podrían ser aliados importantes para plantear un nuevo modo de vida. Quizás al respecto debamos releer a Marcuse.

Lo preocupante es que especialmente el indefenso que atina a responder, cae en la rabia, "rage against the machine", se convierte en un contestatario al sistema y justifica otro de los instrumentos importantes de conservación del BCI: la represión estructurada en servicios militares de represión al desarrollo y explotación de los otros paises, de destrucción y espionaje internacional, de inteligencia política y de espionaje nacional; la policía en las calles, en los postes con ojos, en la sala de clases o en la televisión y el cine. También en las tarjetas de crédito, en la www e incluso en nuestras intimidades.

Para ejemplos de represión al desarrollo esta el caso de la energía nuclear y la guerra que se avecina contra los iraníes. Mahmoud Ahmadinejad está en las carátulas de los media cada día con más intensidad. El mensaje no puede ser más claro.

Pobrecitos niños iraníes quemados por el napalm o la radiación de las armas nucleares "tácticas" y soñando en Alá. Las mujeres y los hombres, todos los iranies desamparados. Indefensos.

Aquellas estructuras que señale anteriormente, se valida en nuestra mente y en las escuelas de pensamiento de los sociólogos, periodistas, publicistas, politólogos, futurólogos y otros más, desde los análisis de Weber, Marx, Foucault y tantos otros: la tendencia al uniformismo, a la burocracia, a la racionalidad creciente que marca Weber, a la lucha de clases que señala Marx y ese poder, ese micropoder que percola todos los ámbitos de nuestro vivir y en nuestros cuerpos, que señala Foucault. Y está el panescopio de Bentham mirandonos. ¡Cuidado!

Pero todo aquello está basado fundamentalmente en la premisa de que el hombre no es capaz de establecer otras relaciones que no sean relaciones de poder ya que tiene características de asesino en potencia. Uds pueden ver muchas películas y echarle una mirada a las revistas internacionales para adoctrinarse en eso.

Aquí es relevante analizar el funcionalismo a la Parson y los americanos en general, que se expresan hoy e inauguran conceptos como el de gobernabilidad: control de la protesta; caluguitas pa los que pueden levantarse; institutos de la juventud pa los jovenes buena onda reveldes, institutos de la mujer para las feministas chillonas, Instituto Indigena para los indios vendidos y por otro lado: cero tolerancia, palos, prisión, entrañamiento, exilio, tortura, desaparición y balazos pa los que se levantaron; los cabros de la pobla las gloriosas mujeres de los campamentos y el campo y los valerosos ancestros que se la juegan.

Hay derechos humanos -dice el viejo Parra- y también deberes humanos: Primer deber humano: Respetar los derechos humanos!!!

En definitiva, hay muchas responsabilidades de por medio. La más importante; la nuestra.
¿La sociedad en su conjunto responde a la indefensión agrupándose. ¿Qué movimientos sociales en Chile y/o Latinoamérica conoces o has participado, en los que la gente se haya organizado entorno a un objetivo concreto y cuál fue su resultado?

R: He participado en la génesis de lo que es el movimiento ecologista en Chile y formamos a lo largo del país cerca de 60 consejos ecológicos comunales que poseyeron en su tiempo una gran diversidad entre y dentro de ellos.

Por otra parte estamos tratando de configurar -con otros amigos- un movimiento en torno a la permacultura y las ecoaldeas. Un movimiento permacultor que está en pañales, aunque no tanto. A mi me parece que hay otros paises en el sur, América, Africa, Asia, en los que las aldeas ancestrales, las ecoaldeas modernas y las que están surgiendo ahora, configuran un tema, una tendencia interesante. Hay que estar con ellos.

Aquí también se da un efecto centro periferia o de la globalización si tu quieres; se ve lo que hacen los del norte, no se ve ni se entiende lo que hacen los sudakas.

Lo que no está en pañales pero es muy débil, "creció con leche de tarro" decíamos hace unas décadas, es el movimiento ecologista en Chile, que tiene un par de lógicas de origen.

Un primer elemento es el conflicto ambiental. Quizas inspirado en las "condiciones de producción" de Marx o después con Polangy o en lo que hace pocos años uno de los hermanos O’Connors llama la segunda contradicción del capital, la contradicción capital-naturaleza.

Es importante para mi tomar esto ahora que hablamos de indefensión y la línea de análisis que he mostrado porque cuando empezamos con esto de los consejos ecologicos, lo centramos en los conflictos y creo que es exactamente una aproximación complicada.

Es real –eso si- la gente reacciona ante la agresión aleve de las empresas. Pero es importante para el análisis tener presente esa metodología de aproximación que utilizamos
Latente en todo el país y el mundo el conflicto ambiental apareció en la mesa en algunos sectores muy importantes, como el caso de Huasco, por una planta de pellets de hierro, Ralco y Pangue en el Bío Bío por una represa, y muchos otros. Ahora estamos viviendo lo de Casa Blanca, en donde hay una planta de desechos hospitalarios en medio de la ciudad. Yo diría amenidades del diario vivir. Está también todo lo de Valdivia; el humedal, Mehuín donde participó hasta la armada nacional, Queule, Tierra Amrarilla con su presidenta peleando contra las mineras, Puerto Montt y las montañas de chips de maderas nobles... En fin, todo el país.

El caso de Huasco, fué un caso exitoso desde el punto de vista del conflicto, en el que la comunidad se organizó, formó un consejo ecológico con pescadores, olivicultores y agricultores en general, realizó una acción legal en contra de la Compañía de Aceros del Pacífico, una de las grandes empresas transnacionales en Chile y el conflicto se ganó legalmente y en el participó hasta un barco de Greenpeace. Aprendimos re muchoy allí conocí el Horcón Quemado, uno de los piscos más ricos de Chile. Queda para los analistas el tema de la demanda por varios millones de dólares que surgió después, con intereses económicos muy particulares.

El presidente de aquella compañía era también presidente de la sociedad de industriales por un desarrollo sostenible. Paradojal ¿no?

En aquel tiempo y con otras ONGs amigas como el QUERCUM y fundamentalmente con el Observatorio de Conflictos Ambientales, hicimos el ejercicio de capacitar a mucha gente en lo de cómo hacer un recurso de protección ó como hacer un manejo de conflicto ambientales y se han ido ideando proyectos y se ha aprendido mucho con esas personas.

Además del conflicto ambiental como un conflicto de intereses, hay conflictos ambientales que son en cierto sentido más políticos o -más bien- éticos. Hay una cierta geometría en esto de los conflictos. Los conflictos de intereses y los conflictos de valores son ortogonales. No deben mirarse igual. Hay que ser cuidadoses en eso.

Yo pienso que está clarito quien es el enemigo en el conflicto de intereses. Estoy seguro que no se entiende quien es nuestro enemigo en el conflicto de valores que enfrentamos en este siglo. Haría un concurso al respecto con riesgo de declararlo desierto.

Bueno pero volviendo a lo de los ecologistas, aquí en Santiago está, entre otros, el Consejo Ecológico de Lo Prado, la dirigenta es una señora ecologísta desde hace mucho tiempo. Ella pertenece a un partido político pero se encontró que el alcalde y los concejales -de su partido- son los menos ecologístas que pisan la tierra y entró en una aguda crítica de la administración local.
Ellos, los del consejo ecológico Lo Prado conforman un grupo muy importante y hacían una "Revolución Verde" en las calles, plantaban árboles frutales en las calles; limones y naranjos. Miren Uds que impertinencia. Lo hacían con participación de los vecinos y trabajando en conjunto con los colegios. Pienso que ella es como un personaje de la literatura del norte, John Apple Tree (Juan sembrador de manzanas), ella ha provocado una serie de respuestas fuertes de parte de la municipalidad que denotan relaciones de dulce y grasa.

A mi, aquello me muestra una faceta importante; es posible hacer construcción de sueños. La Susana, de Lo Prado, propone y hace lo que le gusta, lo que ella sueña y quiere; ver arboles en sus calles, dando verdor, sombra, alimentando, salud, refresco a sus vecinos y divirtiendo a los cabros chicos.

Hay capacidad de respuesta de parte de la ciudadanía y escribí un artículo hace mucho tiempo que se llama algo así como "La Comunidad Puede". Era acerca de indicadores locales de sustentabilidad y yo invitaba en él a un ejercicio, de parte de las organizaciones. A que hagan un mapa de los deseos en sus comunas o vecindarios –veredas dirían mis amigos de Colombia-, como lo que señalaba ántes, un mapa de los deseos.

Mediante un mapa, decir: en mi comuna –en mi barrio o vereda- hay árboles, en mi plaza hay juegos infantiles, hay jardines y en los jardines hay plantas frutales, hay un centro de compostaje, etc. Entonces yo genero un mapa que es una serie de indicadores, por ejemplo entre nosotros acá en la U; en mi universidad se hace reciclaje" Eso constituye una afirmación, un cuestionamiento y también una proposición ¿porqué no hay? ¿porqué las autoridades lo han permitido? ¿porqué los alumnos no se han organizado? ¿hay una organización ecológica en mi universidad? ¿hay una organización ecológica en mi colegio? ¿Cuando empezamos?

Si uno hace tal mapa y ordena por prioridad o por dificultad, traza un camino super bakan, en el que puede trabajarse, hacer planes, etc. Todo un activismo estructuradito, como manual de los cortapalos ¡con dinamicas y todo!

Ese mapa de chequeo es propositivo, si no hay en el barrio lo que uno desea, es porque hay que hacerlo. Y lo que yo digo es que la comunidad puede, lo que hay que hacer es configurar esos mapas, dejar que la gente los haga, porque la gente es capaz.

Los niños saben perfectamente esto de los mapas, porque cuando van camino al colegio, saben dónde están los dulces, dónde pueden esconderse si los ve un adulto al cual le tienen miedo, dónde está el quiosco con las revistas más atractivas; tienen un mapa. En la época dura en la facultad, nosotros sabíamos por donde aparecían los pacos, la repre. Los cartoneros o recicladores tienen un mapa también, diferente al de nosotros los que trabajamos de día, ellos trabajan de noche y pueden ver otras cosas. Ellos tiene necesariamente otra cosmología. Cuando caminamos con ellos por los barrios de Santiago aprendimos mucho, demasiado diría, junto con gente de varias ONGs y amigos que trabajamos el tema.

El problema con nuestra sociedad es que es una sociedad dopada, le inyectaron un somnífero, nos quedamos durmiendo, viendo televisión y comenzamos a vivir un mundo de fantasía, un mundo separados

¿Cómo nuestra sociedad puede jugar a ser amigos, a armar comunidad en el vecindario? Es uno de los fenómenos que yo creo que podemos empezar a resolver. Hay que hacer algunos cambios, pero eso tiene que pasar. Tiene que pasar que nosotros empecemos a ser mas pegajosos, a querer a más gente -y a las cosas-, y ese es un camino de soluciones. Y la gente lo hace ese camino.

Allí en Santiago tenemos muchas capacidades de conectarnos por la vía telefónica -del celular ahora- y por el correo electrónico pero no de conectarnos con los vecinos tan fácil.
Pero sí se conecta la gente de San Francisco de Mostazal en la VI región por ejemplo, a una hora y media de la capital. Ellos tienen un consejo ecológico en el que participa mucha gente. Las autoridades de ellos, sus dirigentes, surgen porque hay capacidades, no porque hay competencias políticas. Y hay capacidades reales.

En Los Angeles el consejo ecológico funciona muy bien, ha hecho operaciones de reciclaje, de limpieza en las calles en las que han involucrado incluso a la autoridad local porque le han dicho "sí ustedes no nos ayudan igual lo hacemos solos", administran un Centro para el Desarrollo Sustentable en una localidad y su presidenta original, llegó a ser Gobernadora de la provincia de Concepción.
Existen una serie de característica distinta en las comunidades dependiendo de su tamaño. No podía ser de otra forma.

El conflicto ecológico en Santiago, para mí, no tiene solución, o es demasiado dificil llegar a ella, porque su sociedad está muy mal y cada vez empeora. Lo que trato de señalar es que los conflictos ecológicos en el resto del país tienen solución y la componente más importante en su resolución es definitivamente social.

Uno puede en sus casas empezar por hacer una espiral de hiervas, a tener plantas bonitas, a regalar entre los amigos, a compartir semillas, a independizarse alimentariamente y hasta económicamente haciendo ferias de intercambio sin dinero, ferias de las pulgas, trueque. Reconstruir el suelo, reconstruir la comunidad; reconstruir la sociedad.

De pronto uno se descubre que hay una cosa más allá del grupo que es la comunidad total que nos rodea y empezamos a provocar presiones políticas de reconfiguración del operar como grupo humano dentro de la organización local.

Una comunidad puede, en conjunto, ir aprendiendo cómo se generaron los primeros grupos humanos, transitando el mismo camino. Nuestros amigos del Creciente Medio hace mas de 15 mil años, no tenían dolares, euros o cualquier otra moneda. Cuando la necesitaron, la inventaron. De paso inventaron la agricultura y la cultura de Europa. Cuando adoptaron la moneda europea perdieron todo.

Inventemos nuestra moneda ¿y qué?

Si el banco central del país o el banco mundial quiebran, no va a quebrar nuestro banco local. Mucho menos si es gobernado por un vecino con mandato es rotatorio. Bueno, es un ejemplo pero ¿y que?
Lo hicimos un rato en Valparaíso, alli fuí gásfiter –fontanero o plomero como le dicen en otras latitudes- y vendí jugo de naranjas con la Cecilia, mi compañera sicóloga de esa época. Pagabamos con "talentos", creo que todavia conservo alguno de recuerdo.

Yo veo por ahí, en eso de la permacultura, en lo de los consejos ecológicos, en las ecoaldeas en las comunidades de trueque y la gente que se junta a chochear un rato, a hacer o cometer impertiencias, una posibilidad, un camino de solución interesante pal problema de la indefensión. De paso podemos resolver otros muchos problemas también.

Veo también una cosa contradictoria en esto de la indefensión; hay allí una visión también paternalista semiescondida, detrás de bambalinas, desde el estado o desde las universidades y ONGs en esto de levantar de repente un concepto como aquel. También desde los mesías y salvadores del mundo surge esta propuesta; ustedes son indefensos: llamen a los héroes, los nuevos héroes para que los salven.

Quedarse en aquella posición es definitivamente una indefensión, una incomodidad, una incapacidad que nace de la incapacidad de afrontar, de irrumpir en el mundo resueltamente, descubriendo, creando con ganas, con inteligencia, con impertiencia, con chispa, con alegría...

con amor.

¡Salud...
Con el vino que hermana los corazones!
Oslo, mayo de 2006